domingo, 17 de enero de 2016

San Vicente de Ladernet (2da. parte, el colapso del santuario prerrománico)

En esta entrega de la iglesia de San Vicente de Ladernet correspondiente a la segunda parte, intentaremos explicar porque colapsó el santuario prerrománico. 
Acceso a la primera parte de S. V. Ladernet

San Vicente de Ladernet es una iglesia que se encuentra a medio camino de la carretera que va de Balsareny a Súria (provincia de Barcelona), en un desvío dirección Castellnou de Bages por las montañas, a tocar el arroyo de Conangle. Conserva los restos del perímetro de la nave, del santuario y de una torre añadida en época posterior. En el lado Norte del santuario todavía se puede ver una hornacina adornada con opus spicatum, también encontramos la misma decoración en el muro Sur de la nave, al lado izquierdo, cerca de donde estaba la puerta de acceso. Gracias a unas tareas de limpieza y consolidación de muros y arcos que se hicieron a partir de los años 70, se han mantenido algunos arcos prerrománicos o la forma que habrían tenido. El santuario es muy enviajado hacia el Norte y ya iría cubierto con bóveda como lo hemos encontrado en Grevolosa y era habitual hacerlo de esta manera. El arco triunfal nos ha llegado en buen estado y está construido con losetas delgadas que ya nacen en las impostas, realzando o peraltando el arco hasta el semicírculo y continuando el mismo estilo constructivo a lo largo de todo el arco. No podemos hablar de un arco visigótico donde la curvatura se prolonga más o menos un tercio del radio por la parte baja, sino de un arco clásico de medio punto.

La fotografia izquierda muestra el santuario, el muro Este al frente y el muro Sur a la derecha, vistos desde el arco triunfal. La fotografia derecha muestra el arco triunfal.

La siguiente foto muestra la esquina Norte - Este del santuario, según los libros que hablan de este edificio, la parte posterior de la hornacina correspondería al muro original prerrománico y la parte anterior o arco que le rodea correspondería al muro de apoyo de la segunda bóveda. 
Todos los libros que conozco, son posteriores a la obra de Sitjes que es quien limpió, estudió, acotó y dibujó por primera vez este edificio, todos los demás libros han sido copiados de Sitjes y todos dicen lo mismo; pero ninguna de las personas que he consultado, ve en este arco una obra románica o un añadido posterior para reforzar el muro.
Lo cierto es que no podemos cargar una bóveda encima de una hornacina, no aguantaría el peso, forzosamente su empuje tiene que ir a parar a la pared posterior y el retorno del prerrománico dejarlo encima de la hornacina. Pero tampoco podemos cargar la bóveda encima de una obra hecha con opus spicatum, los sillares necesitan mucha superficie horizontal de contacto para no desplazarse o resbalar. En caso de querer cargar la bóveda sobre la hornacina, deberíamos disponer una serie de hiladas de piedra como mínimo de medio metro de alto para no hundirla, quedándonos una bóveda extraordinariamente alta para las dimensiones del santuario. También lo sería sin el refuerzo que dicen que le añadieron en el 1038, ya que una luz más grande conllevaría una bóveda muy alta. Una bóveda sobre las hornacinas (sin realzar), sólo podría ser de arista ya que los empujes se recogen en las esquinas (obra impensable en aquella época). Otro tema es la forma de la propia bóveda donde en el lado de poniente tiene un diámetro y en el de levante otro bastante más pequeño, sin contar que el lado Norte es más largo que el Sur; todo ello lleva a un desequilibrio del centro de gravedad imposible de calcular en aquel tiempo. 
Si sobredimensionaron el espesor de la bóveda (es suficiente 1/10 del diámetro) y tenia un pobre contrarresto, no es de extrañar que la bóveda original colapsara junto con toda la pared Sur.
Los dibujos siguientes muestran varias vistas del santuario en formato 3D, el arco triunfal visto desde la nave con sus respectivas impostas o la forma tronco-cónica de la bóveda. Lo que ha llamado la atención es que la hornacina del lado Este queda dentro de los muros de los lados Norte y Sur y esto ha dado pie a la idea del doble espesor de estos dos muros, pero como tiene un buen grosor de mortero de cal, hace difícil determinar las dimensiones exactas de la hornacina original. En el detalle podemos apreciar como la hornacina de levante penetra en el lado Norte que se muestra en sección.

El santuario ya hemos visto que de una forma u otra iría cubierto con bóveda de piedra como lo hemos encontrado en Grevolosa, pero evidentemente tuvieron un problema. En el libro “Traité de la stabilité des constructions» de Hermann Scheffler” (libro digitalizado por Google) encontramos:"... Si l'on a des surfaces d'appui assez solides, par exemple une voûte établie entre deux parois de rocher, il n'y a pas à s'occuper de la stabilité de la culée. Si les culées sont formées de masses de maçonnerie susceptibles de déplacement ou de renversement, il faudra chercher si elles demeurent en équilibre sous l'action des forces qui les sollicitent...» No es necesario traducirlo porque se entiende perfectamente.
Este fue el problema del santuario de Ladernet. El lado Norte está perfectamente contrarrestado por la propia montaña que cubre las 3/4 partes del muro aunque en la maqueta no se ha respetado esta cota para no ocultar detalles constructivos, en levante no hay contrarrestado pero tampoco lo necesita y en el lado sur habrían hecho un acopio manual de tierras y piedras para asegurar el contrarresto, pero un corrimiento de tierras seguramente a causa de la lluvia, habría hecho caer la bóveda y el muro donde se sustentaba. Una superficie vertical en contacto con el muro que pretende contrarrestar, no sirve de nada si no va acompañada de una buena superficie horizontal, es decir, volumen cúbico de tierra y piedras.
«La théorie et la pratique de la coupe des pierres et des bois..» de M. Frezier (libro digitalizado por Google) en el volumen III, nos explica en el siglo XVIII el colapso de un arco. La figura 236 - 237 es suficientemente explícita como para entender que el apoyo K es insuficiente y el muro H no puede aguantar el empuje de la bóveda. El dibujo 239 muestra las articulaciones previas al colapso.
El siguiente dibujo intenta reproducir el momento del colapso de la iglesia de Ladernet, el apoyo del muro Sur (derecha) se ve insuficiente cuando lo comparamos con el del lado Norte (izquierda), el empuje de la bóveda no puede ser contrarrestado ni por el muro ni por el apoyo y en consecuencia cae todo. 


Hemos visto cómo la bóveda empuja al muro y éste cae arrastrando la bóveda, lo podemos ver en la siguiente imagen de la maqueta donde el lado Norte también empuja el lado Sur (derecha) y cae todo hasta que encuentra el apoyo del acopio de tierras y piedras, insuficiente para aguantar bóveda y muro.
Hay otras maneras de hacer caer un muro, la siguiente fotografía que es del Casino de Manresa (obra modernista), podemos observar que uno de los montantes de una puerta del jardín está peligrosamente tumbado hacia el exterior y en cambio no hay nada que lo empuje. Al menos eso es lo que la fotografía quiere mostrar. En realidad, el problema está detrás de la imagen y bajo tierra, detrás del montante inclinado hay un árbol de grandes dimensiones y una de sus raíces tiene más fuerza que el montante y será capaz con los años, si no lo remedian, de tumbar el muro. Aquí estamos comentado el efecto palanca.

El dibujo nos muestra de una manera muy gráfica como la proximidad del árbol y sus raíces que no salen dibujadas, va decantando el muro hacia el exterior.
La maqueta intenta reproducir el dramatismo del momento histórico en que habría caído la bóveda. Las esquinas en general son mucho más reforzadas que los muros longitudinales, por ejemplo la esquina Sur - Este habría aguantado el empuje de la bóveda y se habría desplomado en parte creando una forma de triángulo rectángulo como muestra la maqueta, en cambio el lado Sur-Oeste, no es una esquina, sino una penetración del muro Sur dentro del muro Oeste, podríamos encontrar unos sillares que se han cizallado y otros que se han desplazado por la fuerza del empuje, de ahí que haya caído todo el muro. A la bóveda le ha pasado lo mismo; el lado Este está asegurado por las esquinas Norte y Sur, de ahí que no haya colapsado, pero hasta el muro Oeste, la bóveda no encontró ningún freno y cayó toda, una parte se desplomó entera ya que el mortero no permitió que se fragmentara y la bóveda del lado Norte se mantuvo porque no sufrió esfuerzos.