lunes, 11 de noviembre de 2019

La iglesia de San Pedro Sasserra

Es una iglesia románica del municipio de Biosca, en la comarca de la Segarra (Cataluña), antiguamente era conocida como San Pere de Padollers. Dicen que es un monumento protegido y inventariado dentro del Patrimonio Arquitectónico Catalán, de hecho es un montón de escombros difícilmente recuperable. 
Se ha comentado en varias ocasiones, que años atrás grupos de personas de todas las edades se encontraban para limpiar y consolidar edificios medio en ruinas con el permiso del propietario del terreno, ellos llevaban y pagaban el material que se utilizaba; sus restauraciones todavía nos ayudan hoy a entender viejos edificios y han pasado más de treinta años. La Generalitat de Cataluña no consolida éste nivel de edificios y tampoco permite que lo hagan los demás. Considera que no son suficientemente profesionales.
Cuando me fui de allí la primera vez, no tenía ganas de trabajar aquella iglesia, era complicado, una maraña de estilos en ruinas que no permitían ningún tipo de lectura histórica. Pero después de pasar bastantes semanas dibujando y mirando fotos y vídeos entendí que era un edificio para explicar y lo haré tal como lo entiendo. Sé que una limpieza y un estudio arqueológico en profundidad discreparía de mis explicaciones, pero mientras no se haga -y dudo que se haga nunca- mi relato puede ayudar a entender por donde ha pasado el edificio. 
NOTA: Me gustaría dejar constancia del peligro que conlleva entrar en edificios medio en ruinas como éste. He visto gente moviendo sillares y tirarlos por ahí para ver si debajo encontraban algo interesante. No es necesario que insistan, no encontrarán nada de valor. Mover sillares sin guantes puede conllevar tener una mala experiencia con algún escorpión (encontré en San Pere de Madrona y en Montmagastre), tirar sillares puede conllevar que alguna teja medio colgada termine por caerte en la cabeza (obsérvese la foto al final de la cuarta fase). Es imprescindible tener mucho cuidado al caminar entre las piedras para no moverlas y tomar todas las medidas de seguridad (casco, gafas, guantes, etc.) aunque nuestro equipamiento pueda hacer reír a algún excursionista. 
Primera fase. 
Iglesia románica de nave única y ábside a levante, situada en un punto conflictivo sobre un terreno poco estable en el extremo de una pequeña colina. La altura de la bóveda (en ésta fase), responde a las medidas clásicas que lo relacionan con la luz de la nave. La puerta de acceso es de gran calidad y buen presupuesto situada en la fachada Sur, consta de dos arquivoltas que se apoyan sobre unas impostas soportadas por columnas y capiteles. Tanto las impostas como los capiteles presentan una decoración de hojas de palma y podemos observar como el capitel sigue perfectamente la clásica medida en VA, en éste caso es un palmo y medio. Si bien la iglesia ya aparece documentada en el año 1050 como un bien del monasterio de San Lorenzo de Morunys quizá deberíamos considerar que se refiere a un pequeño edificio anterior, no necesariamente una iglesia prerrománica, se daba el caso de que había masías que cedían una sala o habitación a partir de la reconquista para que el sacerdote pudiera hacer las celebraciones ordinarias, aunque no era exactamente una "Domus Ecclesiae". Recordemos que el nombre de Padollers hace referencia a la masia anexa a la iglesia aunque el edificio actual es mucho más moderno. La iglesia pudo resistir en este estado a lo largo de toda la primera etapa de su vida. 

El edificio románico en su primera etapa.
Vista del edificio en su estado actual.
 Portal de acceso.
Capitel y verificación de la medida.
Segunda fase. 

Considero que la obra gótica que nos ha llegado responde a una ampliación de la nave hacia levante por aumento de la parroquia, con la intención de construir una nueva ábside más a levante, que ya no construyeron, sólo nos queda el "agujero "donde estaba previsto. Por el lado exterior unificaron las dos construcciones en una sola fachada y con el enlucido posterior hace de mal identificar las dos fases, pero nos quedan perfectamente visibles las dos alturas de la cubierta. 
Ampliación gótica y donde estaba previsto construir el ábside. 
Una ampliación de la nave por poniente no era demasiado viable por la fuerte pendiente de la montaña en el lado Norte, a pesar de los corrales que construyeron muchos siglos más tarde a partir de una remodelación del terreno que veremos en su momento en el lado Oeste.
Corrales en el lado Oeste de la iglesia. 
Desmontar una ábside y su correspondiente arco triunfal es una aventura que no sabes dónde te llevará. Recuerdo cuando me contrataron para la elaboración del Plan Director de la Seo de Manresa: mi tarea era documentar todas las patologías que pudiera detectar en aquel edificio. Cuando informé que uno de los contrafuertes que aguanta el empuje longitudinal de la Seo lo habían desmontado completamente, el arquitecto quería echarme fuera del proyecto porque no me veía capacitado para la tarea, no se podía creer que un arquitecto hiciera aquello, más un gran pozo para la cimentación del baptisterio neogótico que se puede ver en el extremo Sur Oeste y el hombre confiase en que no caería todo el edificio, la verdad es que fue de poco. 
Podemos imaginar que le pasará a una caja de zapatos si le sacamos una de las dos partes estrechas, los laterales pierden toda la resistencia. Esto es lo que le ocurrió a la iglesia de San Pedro cuando desmontaron el ábside y el arco triunfal. Las ábsides por definición son unas estructuras arquitectónicas muy reforzadas, es más, es la parte más reforzada del edificio, no olvidemos que contiene los elementos más sagrados del rito católico; podemos ver muchos edificios en ruinas pero con el ábside aún en pie. El peso de la bóveda habría hecho que la pared Norte debido a la falta de ligaduras con el ábside y que tenía una cimentación más comprometida debido a la orografia del terreno, hubiera cedido ligeramente. 

Segunda fase con la ampliación de la nave por el lado de levante.
Tercera fase. 

El desplome de la nave que se ocasionó en la segunda fase, lo equilibraron con una serie de contrafuertes que curiosamente no cubrían toda la longitud de la nave. Es posible que consideraran la esquina Noroeste suficientemente reforzada como para aguantar lo que fuera, donde se aprecian unos sillares de gran tamaño posiblemente de una edificación anterior.
 Obsérvese los sillares de la esquina Sur Oeste. 
Contrafuertes construidos en el lado Norte. 
La bóveda ya estaba demasiado comprometida y terminó cediendo. En éste momento pensaron en volver a cubrir la nave con algo más ligero y se decidieron por una bóveda de aristas. La única referencia que tenemos para pensar en ésta solución, son las columnas, capiteles y cornisas que nos han llegado y situados a una altura justa para acomodar ésta bóveda teniendo en cuenta la altura de los muros de la nave. 
Dividir la nave en tres partes iguales era complicado porque una de las columnas que aguantaría una entrega de arcos coincidía con la puerta y decidieron separarla ligeramente y ubicarla justo delante de la imposta y arquivoltas del lado Oeste a tocar la puerta, esto les creaba un nuevo problema ya que se encontraban con arcos desiguales, empujes desiguales y tener que elevar la cota del arco para unificarlos todos a una misma altura. 
En éste esquema de bóveda por aristas podemos observar como los arcos longitudinales (en azul) y transversales (en verde) tienen la misma altura, por lo que la altura de las naves laterales es superior a la que necesitaríamos para una bóveda de medio punto. 
Por éste motivo en esta fase no tocaron la altura de las naves laterales, abrieron unas grandes ventanas rectangulares cerca del ábside ya que aquella parte les quedaba muy oscura al no disponer de aberturas la ampliación gótica. El rector vio en aquel momento la oportunidad de tener entre dos contrafuertes de la parte gótica, una sacristía o habitáculo que también cubrieron con bóveda de arista y la posibilidad de tener unas capillas u hornacinas laterales que algún parroquiano se debería comprometer a pagar. 

Columna, capitel y cornisa que denotan el origen de una bóveda por aristas.
Puerta de acceso a la sacristía situada en el lado Norte de la ampliación gótica.
Bóveda por aristas de la sacristía.
Tercera fase con la bóveda por aristas. 
Cuarta fase. 
Finalmente la esquina Noroeste que recordemos que no habían protegido con ningún contrafuerte, no pudo más y cedió arrastrando el chaflán y la bóveda. En éste momento y también posiblemente por una caída de ingresos debido a un menor número de parroquianos, decidieron recortar el edificio hasta tocar la puerta, donde unos años antes habrían construido las columnas para aguantar la bóveda de aristas. Aún se pueden ver las arquivoltas de la puerta por la parte de fuera de la iglesia que más tarde reconvirtieron en corrales. 
Puerta de acceso vista desde los corrales, fuera del edificio. 
Construyeron una nueva bóveda en éste caso otra vez de medio punto y quizás algo apuntada, pero a una cota diferente y esto era inteligente. Dos naves con la misma luz, la más alta necesitará una pared más gruesa que la más baja para aguantar el mismo peso de bóveda. En consecuencia construyeron la nueva bóveda más de un metro más baja, de hecho utilizaron la misma cota que la bóveda de aristas y en este momento rebajaron la altura de las naves laterales para adaptar la cubierta a la nueva cota de la bóveda y las dos grandes ventanas que habían abierto en la fase anterior quedaron tapadas por el arranque de la nueva bóveda. 
Podemos observar la parte superior de la ventana en medio de la fotografía (fachada Norte), la cornisa a un nivel inferior por lo que la bóveda tapa completamente la entrada de luz y la nueva altura de la nave bastante mal acabada y unas tejas a punto de caer. 
Quinta fase. 
La tendríamos que situar aproximadamente en la segunda mitad del siglo XIX. Una remodelación urbanística de todo el sector supuso un rebaje de la colina donde estaba construida la iglesia; posiblemente ésta reforma coincide con la construcción de la nueva masia Padollers. El edificio quedó más de un metro por encima de la nueva cota de la plaza y para acceder a él cabían dos posibilidades:
- Una escalinata que le habría dado más suntuosidad, pero que habría puesto en peligro la estructura de la nave Sur, o
- Un pasillo longitudinal que cubriera toda la nave. El arquitecto con muy buen criterio, prefirió ésta solución y construyó un pasillo que va desde la puerta hasta el ábside, de hecho cubrió toda la nave ya que más allá de la puerta no hay nave. 

Pasillo hasta la puerta de acceso. 
En este momento también se aprovechó para delimitar el Cementerio, construir un coro en el fondo de la nave con una escalera para subir que escondieron en una de las capillas u hornacinas laterales que además tuvieron que retocarle el semi círculo para no pegar en ella de cabeza, también instalaron la nueva pila de agua bendita, repintaron en blanco todo el edificio y posiblemente construyeron el campanario de espadaña. 
Podemos observar la eliminación de la cornisa superior, el rebaje de la puerta, la nueva cornisa y el coro hundido sobre la nave.
Pila de agua bendita a la entrada del edificio.
Cementerio visto desde el lado Noreste a la derecha podemos observar la sacristía.
 
Varias vistas en sección de la última fase nos muestran el gran desnivel que hay entre el lado Sur (plano de la iglesia) y el lado Norte (bajos de la sacristía) 
Última fase de San Pedro Sasserra en su momento de máximo esplendor.
Última fase de San Pedro Sasserra, obsérvese el recorte que le hicieron a la nave por la parte posterior para convertirla en corral y como no hay contrafuerte que asegure la primitiva esquina Noroeste. 
Las siguientes vistas de la maqueta nos permiten ver detalles del edificio tal como lo habrían visto a finales del siglo XIX antes de comenzar su definitivo declive. La sacristía con su bóveda por aristas, la pila de agua bendita, el acceso al coro con su barandilla de madera, etc. 




























Noviembre, 2019